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Cómo identificar suplementos de buena calidad

Autor: Zenses by Zenco
Fecha de publicación: noviembre 2025
Tiempo de lectura: 6 minutos

La suplementación dietética se ha convertido en una práctica ampliamente adoptada para optimizar la salud, el rendimiento y la prevención de enfermedades crónicas. Sin embargo, la creciente oferta en el mercado ha generado una gran variabilidad en la calidad, pureza y seguridad de los productos disponibles. Elegir correctamente puede marcar la diferencia entre un suplemento eficaz y uno que no cumple con los estándares necesarios para producir beneficios reales.

Los suplementos alimenticios se definen como productos destinados a complementar la dieta y aportar nutrientes, extractos o compuestos bioactivos con potencial beneficio fisiológico. De acuerdo con el National Institutes of Health (NIH, 2023), la calidad de un suplemento depende de su composición química, biodisponibilidad, seguridad microbiológica y transparencia en el etiquetado. No obstante, diversos estudios han demostrado que una proporción significativa de los productos comercializados presenta problemas de etiquetado inexacto, contaminación cruzada o dosificaciones incorrectas, lo que representa un riesgo potencial para la salud pública (Mayo Clinic, 2024).

Un suplemento de alta calidad debe declarar con precisión todos los ingredientes activos, su concentración y su origen. Las denominadas “proprietary blends” u “exclusive formulas” suelen ocultar las proporciones reales de los componentes, dificultando la evaluación científica de su eficacia y seguridad. También es fundamental que los productos cuenten con certificaciones internacionales como Good Manufacturing Practices (GMP), NSF International o ISO 9001, que garantizan que fueron elaborados bajo procesos controlados y auditados. En México, los suplementos deben contar con aviso de funcionamiento y notificación ante COFEPRIS, de acuerdo con la Ley General de Salud y la NOM-051-SCFI/SSA1-2010.

La calidad de la materia prima es otro factor determinante. Las sustancias deben estar libres de contaminantes como metales pesados, pesticidas o microorganismos patógenos. Los suplementos de origen marino, como el aceite de krill, deben contar con certificaciones de sostenibilidad (MSC) y con análisis de pureza que avalen bajos niveles de oxidación y contaminantes. Además, el empaque debe preservar la integridad del producto mediante materiales opacos, herméticos y con sellos de seguridad. La etiqueta debe incluir número de lote, fecha de fabricación, fecha de caducidad y país de origen, lo que permite la trazabilidad en caso de incidentes sanitarios.

La evidencia científica es un pilar fundamental. La elección de un suplemento debería basarse en estudios clínicos revisados por pares y disponibles en bases de datos como PubMed o ClinicalTrials.gov. Aquellos productos respaldados por investigaciones confiables ofrecen mayor garantía de efectividad. De igual forma, las marcas éticas comunican de forma transparente los alcances de sus productos, evitando afirmaciones terapéuticas no sustentadas y manteniendo políticas de devolución claras.

Identificar suplementos de buena calidad requiere un enfoque informado que combine la lectura crítica de etiquetas, la verificación de certificaciones y la consulta de fuentes científicas confiables. El consumidor debe priorizar la transparencia, la evidencia y el respaldo regulatorio. La responsabilidad individual es clave para reducir riesgos y promover un mercado más ético y seguro.

Referencias:

  1. National Institutes of Health (NIH), Office of Dietary Supplements. Consumer guidelines for supplement quality. 2023.

  2. Harvard Health Publishing. Vitamins and supplements: what to look for. 2023.

  3. Mayo Clinic. How to choose supplements safely. 2024.

  4. Food and Drug Administration (FDA). Current Good Manufacturing Practice (CGMP) Regulations. 2023.

  5. COFEPRIS. Lineamientos para el control sanitario de suplementos alimenticios. 2022.